Capítulo 2664
Ella no tenía fuerzas en las piernas, y su cuerpo se sentia flácido y débil. Al verla en ese estado, Leonardo la levantó en brazos con facilidad, como si fuera una princesa en apuros.
En circunstancias normales, si hubiese estado consciente y clara, le habría mortificado que la vieran así delante de sus colegas.
Pero en ese momento, se sentia como un camarón sin fuerza, incapaz de resistirse. Además, tras haber dicho algunas tonterias delante de todos los actores, estaba tan avergonzada que deseaba esconderse en el pecho de Leonardo.
Por más que llevara a la ligera Maira de 60 kilos en brazos, él caminaba con pasos firmes y seguros, como temiendo que la más minima sacudida la despertara.
El abrazo de Leonardo era tan cálido que Maira se quedó dormida sin darse cuenta. Cuando recobró la compostura, ya estaba en el coche. Murmuró el nombre de Leonardo, y él encendió la luz para preguntarle, “¿Quieres un poco de agua?”
Con apenas un asentimiento de ella, Leonardo le llevó la botella a los labios.
“¿Dónde estamos? ¿No estaba yo en la fiesta de celebración?”
Maira miraba alrededor, tratando de disimular su desconcierto. Leonardo comprendió que ella quería olvidar el incómodo incidente y no la contradijo. “Estamos en el estacionamiento. Te vi dormida y no quise arrancar el coche. Pensé que no tardarias en despertarte, y aqui estás. ¿Quieres volver a la fiesta ahora que estás despierta? Seguramente aún no se han ido. Dijiste que querías beber hasta olvidarte de todo, ¿cierto?”
Maira negaba con la cabeza como un muñeco de bobble, “No, no quiero beber más. Me equivoqué, Leonardo. No deberia haber tomado demasiado, pero tampoco imaginé que mi tolerancia al alcohol hubiera disminuido tanto. ¿No recuerdas la última vez que bebimos ese vino que trajiste de España? Incluso después de tres copas seguia sobria. Creo que hoy terminé así porque no estabas a mi lado.”
Aún con las mejillas sonrojadas, se reclinaba en el asiento y miraba a Leonardo con ojos brillantes. Leonardo se incliné instintivamente y selló sus labios con un beso, “La bebida de esta noche no estuvo mal. Si quieres, podemos repetir, pero la próxima vez, no tienes permitido beber si no estoy presente, ¿entendido?”
Leonardo habia aprendido la lección. Desde aquel incidente con Ineta, habia tomado en serio la seguridad de Maira. Siempre que podía, él mismo iba a buscarla. Aunque Julieta y los demás estuvieran con ella, no estaba tranquilo.
La experiencia previa habia sido suficiente. Así que no quería que Maira volviera a pasar de pánico.
nor esos
momentos
Maira asintió, sabiendo lo mucho que se preocupaba por ella la persona frente a ella. A veces, ambos consideraban la vida del otro más preciosa que la propia. Entendia la preocupación de Leonardo.
“No te preocupes. Hoy bebí porque el director y Julieta estaban alli conmigo. Sabía que vendrías a por mi, asi que me permiti un par de copas. No volverá a pasar.”
Después de varias presentaciones, ella ya tenia una idea del rendimiento de “Amor Eterno“. No podía ser malo y justificaba el esfuerzo de cinco años del director.
Pero contra todo pronóstico, la pelicula fue un éxito rotundo.
No solo se convirtió en el caballo oscuro del verano sino que, además, recibió elogios por su calidad y éxito en taquilla.
Muchos espectadores, atraidos inicialmente por la belleza de Maira y Neo, terminaron llorando desconsoladamente con la pelicula. Incluso impulsó la economia del pueblo pesquero donde se filmo, un logro que tranquilizó a todo el equipo de la pelicula.
