Capítulo 27
Rosalba echo un vistazo al reloj y unto que ya pra muy tarde o atento, he he hecho perder mucho tenger
To tiem Vamos a comer algo, yo invito”
to
“Tu lo has dicho, ya hice una reserva en El Sabroso. No te preocupes, no me voy a contenent Vance, Vance,
vamos
En el estudio.
“Toc, toc “Verónica golped dos veces la puerta y luego entró
“Lucho” Llevaba en su rostro la sonrisa más dulce y caminaba con un andar elegante hacia Luciano
“Si.” Luciano se sentia algo mareado y al percibir el perfume de Verónica, no pudo avitar frundir of cano
Veronica se acercó a Luciano y dijo, “Lucho, voy a salir a comer con Adela en El Sabroso ¿Podi recogerme más tarde? ¿Puedes hacerlo?”
Luciano levanto la mirada hacia su reloj y no se nego. “Bueno“.
La sonrisa en el rostro de Veronica se hizo aún más brillante, y una sombra calculadora pasó por sus ojos casi imperceptiblemente. “Gracias, Lucho”
El Sabroso era un restaurante de alta cocina conocido en la capital, especializado en platos latinos con un toque gourmet. La decoración del lugar era tradicional y llenaba de encanto, lo que lo hacia bastante popular entre la élite.
Era por eso que conseguir una reserva aqui podia ser increiblemente dificil. Marisa había tenido que hacer la reserva varios dias antes.
Marisa llevó a Rosalba a la mesa que habia reservado y, mientras revisaban el menú, comentó, “Este lugar es realmente dificil de reservar. Finalmente consegui una mesa, asi que hoy voy a disfrutar de una buena
comida.”
Rosalba sonrió. “Pide lo que quieras, yo invito”
Marisa no se contuvo y pidió todo lo que le apetecia.
La comida llego rápidamente, pero Rosalba estaba preocupada por el asunto del niño y no tenia mucho apetito
Por otro lado, Marisa parecía realmente hambrienta y disfrutaba de cada bocado
En ese momento, sono el teléfono de Rosalba. Contestó la llamada.
La voz baja y magnética de Leopoldo sono del otro lado. ¿Todo está resuelto?”
“Tranquilo, todo está bajo control.”
“¿Así que al que arrestaron fue a Luciano?”
“Si
Rosalba siempre habia encontrado a Leopoldo fascinante.
Desde Floridalia, lograba mantenerse al tanto de lo que sucedía aqui con facilidad.
“Nunca debi dejar que regresaras.”
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Capítulo 27
Rosalba sonrió levemente. “Tarde o temprano tenia que enfrentarlo. No puedes protegerme toda la vida, y no quiero seguir causándote problemas.”
“¿Quién dijo que me causas problemas? Voy a arrancarle la lengua.”
“¡Yo!”
Leopoldo no dijo nada.
Hubo una pausa en la conversación.
Finalmente, la voz grave del hombre sonó con un leve bufido de resignación. “Realmente, me das pereza.”
“Srta. Saldaña, qué coincidencia vernos otra vez.”
Una voz familiar sonó de repente al lado.
Rosalba parpadeo y miró de reojo, levantando ligeramente las cejas.
Verónica la miraba con una sonrisa reflejada en su rostro.
Hace media hora, aún se lanzaban palabras venenosas, y ahora, con más gente alrededor, lograba actuar como si fueran las mejores amigas. Era una pena que no se dedicara a la actuación.
A su lado estaba otra mujer, agarrada de su brazo. Era Adela Saldaña.
Su hermanastra.
Ambas compartían el mismo carácter, siempre habían sido buenas amigas, y verlas juntas no sorprendia a Rosalba en lo más mínimo.
“¿Coincidencia? No creo que esto sea una simple coincidencia.” Rosalba respondió con una sonrisa fria.
¿Acaso no la habian seguido a propósito?
“¿Hermana?” Llamó Adela a Rosalba de una manera afectada. “Verónica me dijo que habías vuelto. Al principio, no me lo creía, pero aquí estás.”
